Maquinas Vending en las fiestas de San Fermin de Pamplona

Pamplona abre hoy 204 horas de fiesta. Nueve días en blanco y rojo en los que se han programado más de 400 actos pero en los que, sobre todo, predomina la fiesta total y la espontaneidad. La Casa Consistorial y sus alrededores se convertirán a las doce en el epicentro festivo. Sin embargo, los escenarios de la fiesta se ampliarán este año como consecuencia de los cambios en la ciudad. La nueva estación de autobuses, construida junto a la Ciudadela, ha obligado a trasladar la feria (las barracas en el argot pamplonés) al barrio de la Rochapea, junto al río Arga. Con elementos menos vistosos que en otras ocasiones por el rechazo de varios feriantes, permanecerán muy cerca de donde descansan los toros que correrán a partir de mañana por las calles de Pamplona para asombro de medio mundo.

Barracas junto al río
La fiesta sigue centrada en el Casco Viejo, no en vano se celebran allí el arranque de la fiesta con el chupinazo en la plaza Consistorial, los encierros, las corridas de toros, la salida de las peñas o las juergas entorno a los bares. Este año, sin embargo, el barrio de la Rochapea, conectado recientemente mediante un ascensor con el entorno histórico de la capital, se llenará de público con la feria y los corralillos del gas donde descansan los toros. En el recinto ferial se han instalado atracciones infantiles, otras dirigidas a adultos y también heladerías, churrerías, casetas de tiro, casetas de venta, MAQUINAS DE VENDING y espectáculos de feria y atracciones sin movimiento como hinchables o camas elásticas. Faltarán instalaciones tan emblemáticas como la noria y otras que combinan la velocidad y el vértigo, debido a que los feriantes habituales no llegaron a un acuerdo con el Ayuntamiento sobre la nueva ubicación, que a juicio de los primeros está demasiado alejada del centro de la fiesta.